martes, 6 de mayo de 2014

El Ángel de la guarda


El Ángel de Dios
Encomiéndate a él por la mañana cuando te despiertes y por la noche al entregarte al descanso. Rézale diciendo así: Ángel de Dios que eres mi custodio, ilumíname, guárdame, guíame, gobiérname, puesto que a ti me ha confiado la bondad divina. Así sea

El ángel custodio
Pero Dios no solamente te ha dado los padres, los hermanos y las hermanas. Dios a cada niño y a cada niña le ha dado un Ángel Custodio. Es muy bello y muy bueno.
Tú no lo ves porque es un espíritu sin cuerpo, pero él está siempre junto a ti y te ve siempre. Tu Ángel de la guarda está contento de ti cuando eres bueno y llora cuando eres malo.
El te acompaña en casa, en la calle, en la escuela, en la iglesia y cuando duermes. Te quiere mucho y te defiende del demonio.
Cuando quieras ser malo pide a tu Ángel custodio que te libre de este mal pensamiento.








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