El Ángel de Dios
Encomiéndate a él por la mañana cuando te
despiertes y por la noche al entregarte al descanso. Rézale diciendo así: Ángel
de Dios que eres mi custodio, ilumíname, guárdame, guíame, gobiérname, puesto
que a ti me ha confiado la bondad divina. Así sea
El ángel custodio
Pero Dios no solamente te ha dado los padres, los
hermanos y las hermanas. Dios a cada niño y a cada niña le ha dado un Ángel
Custodio. Es muy bello y muy bueno.
Tú no lo ves porque es un espíritu sin cuerpo,
pero él está siempre junto a ti y te ve siempre. Tu Ángel de la guarda está
contento de ti cuando eres bueno y llora cuando eres malo.
El te acompaña en casa, en la calle, en la
escuela, en la iglesia y cuando duermes. Te quiere mucho y te defiende del
demonio.
Cuando quieras ser malo pide a tu Ángel custodio
que te libre de este mal pensamiento.
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